viernes, 12 de mayo de 2017

PROPIEDAD INTELECTUAL


A mediados de marzo varios medios de comunicación divulgaron la noticia de que un astrónomo colombiano había sido acusado de plagiar unas fotografías de diferentes fuentes, entre ellas de la NASA. El debate aún sigue abierto, entre otras cosas, porque Leonardo Delgado, el implicado en el tema, no se pronunció al respecto.
La discusión comenzó tras la publicación que hizo en Facebook el astrónomo mexicano Pablo Lonnie Pacheco: “Una experiencia más de vida que me recuerda que en la labor de la divulgación de ciencia, hay muchos charlatanes en el camino. ¿En qué estaba pensando cada vez que alteraba las imágenes para “no ser atrapado”? Estaba construyendo una bomba de tiempo que le reventaría en su propia cara, tarde o temprano”. 
La primera aclaración que hay que hacer es que Leonardo Delgado Ariza no es un astrónomo profesional. Es un geógrafo que se ha dedicado a la divulgación y a la educación de la astronomía; en realidad se trata de un astrónomo aficionado. Entre los medios que se refirieron al tema, sólo El Tiempo hizo esta pequeña, pero importante anotación que evidentemente ha tenido implicaciones para la comunidad de astrónomos profesionales colombianos. Al no hacer la aclaración, se encaja a Delgado directamente dentro del campo académico de la astronomía.
El segundo aspecto que hay que mencionar es que el tratamiento de la información ha sido bastante superficial. La reacción y lo que se ha dicho ha sido exclusivamente a partir de lo que publicó alguien en Facebook y no ha habido un ejercicio juicioso de entender lo que realmente pasó con estas fotos. Sin entrar a defender lo que hizo este astrónomo aficionado, considero que hay una agresividad hacia Delgado por parte de la comunidad de astrónomos y de los medios de comunicación. ¿Hasta qué punto podemos salir a hablar del tema y juzgar a alguien cuando no se tiene acceso a la contraparte?
Lo que deja esta experiencia a los astrónomos es si se debe replantear la interacción entre las comunidades de profesionales y las de aficionados a la ciencia. ¿Hasta qué punto los astrónomos deben estar desentendidos de lo que hacen los aficionados? . Esto, además del frecuente cuestionamiento sobre hasta dónde se llega por un poco de fama; porque el plagio también se ve con los profesionales, por sobresalir en la competencia por el reconocimiento científico.

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